My Body Is A Cage


Me cago en el puto color del trigo y en su puta madre. Ahora mismo vendería mis recuerdos por un martillo. Quiero salir de este muro que construí sobre mi. No para de crecer. No dejo de fortalecerlo. La verdad es para quien la merece pero los sentimientos no te hacen débil. ERES débil. No existe el superhombre. No habrá paz para los enmascarados. Nunca tranquilidad para los que se ocultan tras mentiras y vanalidades. Nunca seré como te quiero. Nunca seré como quieres. Nunca seré como quiero. Los pies sobre la tierra hacen que parezca más pesado, más vulnerable, menos perfecto. Por primera vez no me siento capaz de todo. Al revés. Todo me supera. Sólo el balonmano... aunque quizás no es más que un espejismo. Estoy en el periodo 7 y no puedo con los cojones. Aspiraba al 15. Necesito el 9,5. Aquí me quedo. Denme una burbuja de cristal, Pink Floyd, The Postal Service, 6pm, Tom Waits, The Chemical Brothers, Architecture In Helsinki, Los Campesinos!, MGMT... un ordenador con conexión a internet y un libro, para parecer culto. No pienso leerlo. No saldré de ahí jamás. Ligaré por internet, me inventaré una vida y pareceré un tipo supermaduro dando consejos vitales erroneos a la gente y viendo cómo mis predicciones se cumplen en la vida de quinceañeras. No quiero más. Ni compromisos, ni presiones, ni premios.  Un vida plácida sin complicaciones ni chorradas. Nunca debí querer llegar al final de aquella escalera, debía bajarme cuando llegué al último piso, cuando mirar con deseo el ascensor casi me hace caer. Ahora no estaría aquí abajo. Nunca intentes pegar cemento con pegamento de barra. Es muy cutre. Es muy duro ver cómo no se aguanta por mucho que lo intentes, ni aunque lo aguantes con tus brazos. Pesa mucho. Déjalo en el suelo, de ahí no se cae. Y cuando se caiga ¿qué haces? ¿Vas llorando donde mamá? ¿Buscas un trozo de plástico y lo untas de prit hasta que te convences que no es cemento de otro color? Y mientras tanto no olvides esconder bien los restos del pétreo músculo que se rompió. No vaya a ser que alguien lo vea y te ayude... Mejor aún, hay un nuevo corazón, de plástico, píntalo de gris y haz creer a la gente que lo has reparado tú solito. Que eres un genio del fraguado o que no estaba casi roto.

Algún día llegará el momento en el que se irá la pintura, o alguien verá los pedazos de cemento sin reparar y tendrás que afrontar la pena de la ruptura y la vergüenza de la mentira. O quizás el muro es muy grande. No hay forma de que nadie entre a ver nada. Y yo viviré feliz en mi pequeña cápsula. Con mi gran mentira de vida. Como el puto cobarde que soy, como el gilipollas que cuando tropieza mira a la piedra y como ve que no puede romperla llora y deja de caminar.

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