Flugufrelsarinn


Relaciones vacías que finges que te llenan. Ocupas tu mente con mil cosas. Escribes, lees, hablas, piensas, imaginas, fantaseas... Huyes porque tienes miedo, corres en brazos de quien primero pase. Huyes porque tienes miedo, porque lo que sientes es fuerte, porque puede doler y no quieres. Porque eres un cobarde. Siempre lo has sido, cobarde e inseguro. Nunca capaz de afrontar directamente los problemas. Mírate, escribiendo en vez de acabar las tareas pendientes, en vez de sufrir como debes y quieres. Sé valiente, coge el libro y llora por tu rosa, llora porque el color del trigo no te consuela, porque necesitarías mil cuatrocientos cuarenta atardeceres al día para olvidarla pronto, porque... Quizás no seas capaz de afrontarlo por temor a lo que sientas o por temor a no sentirlo. Es eso ¿verdad? Temor a que los sentimientos no sean tan intensos como debieran, temor a repetir la primera chiquillada y que todo quede en nada; que no haya sido un mes sino un año lo que falseaste. Pues te diré: Los sentimientos no se fingen, son espontáneos, sólo puedes controlar tu reacción a ellos. Mantén la perspectiva, eres un crío, es una chiquillada; sólo podrás desmentirme cuando seas un veterano de la vida. La emociones son más fuertes en el momento, las razones iguales siempre, las impresiones cambiantes como el viento. Así que deja que todo fluya, que siga su curso, no te dejes llevar, no la cagues por no pararte a pensar, pero sobre todo no olvides que la diferencia entre un sombrero y un elefante en una boa son los ojos que miran.

Changes


¿Cómo puedes negarle a alguien la posibilidad de tener lo mejor? ¿Cómo puedes negarte a ti mismo la posibilidad de alcanzar la perfección? ¿Cómo va a poder negarse a buscar lo ideal sin perder lo real? ¿Quién hipoteca su vida con lo mejor por vivir? ¿Quién se lo juega todo por una idea infantil de un crío? ¿Alguien obviaría los sentimientos, débiles o fuertes? ¿Alguien cree que la perfecta comunión razón-emoción no dirige nuestros actos mejor que cualquier extremismo?
Si tus respuestas han sido: De ninguna manera x3; Nadie x2; y No x2; entonces bienvenido al club del emocional-racionalismo que pondrá nuestro límite en la realidad y nos propulsará, no sólo a lo más correcto, sino también a lo que más felices nos hará. Una sola pega encontrareis, deberemos enfrentarnos a lo extraño y estar seguros de cada paso, de cada lucha antes de comenzar porque solo queremos avanzar hacia delante.

Praise You


La lluvia caía tan torrencialmente que parecía arrastra la luz amarilla de farolas sobre la gente que corria despavorida cubriendose con gabardinas beige y abrigos negros.
Amarillento hasta los huesos caminaba, disfrutando de la sensación de superioridad sobre los alocados pollos sin cabeza que iban haciendose a un lado según pasaba él, mientras a sus espaldas sólo oía sagaces reflexiones de los multiples expertos metereólogos que se escondía bajo las cornisas: 'Es sólo una nube, es muy común en estas fechas este tipo de formaciones tormentosas, es algo natural y completamente predecible'
Le gustaba esa superioridad manifiesta, tan indiscretamente reconocida por todos los imbéciles transeuntes que tanto desconocen de metereología como de su propia ignorancia. Pero bebía de ella lentamente, con cautela pues sabía que aunque a veces guste ir al macDonalds, si sólo buscas la adulación de quien es inferior, al final acabarás con problemas de salud y sin el recuerdo del exquisito sabor de un plato de admiración de aquellos cuya opinión importa. Y es que ya lo plasmó a la perfección Patrick en su embriagadora novela, que la admiración de quien no merece tu respeto muchas veces no merece ni ser vivida.
Por eso los paseos entre pollos y abrigos, entre ignorantes e ignorables no son más que un vicio, un capricho; su pitillo esporádico del sábado del '¿por qué no?' Mientras que el resto del tiempo lo emplea en salir de fiesta por las zonas de moda, conocer otros dioses, el del fuego, la del arrepentimiento, el de la tentacion... todo el resto del universo que se encuentra a su altura. Manteniendo largas conversaciones de dioses en las que siempre busca algún gesto de condescendencia, un guiño de aceptación u, ójala, un destello de admiración. Que vale más perder una dicusión con un dios, que ser adorado por ingentes cantidades de ignorantes.
Huye pues de ese vicio cancerígeno que sólo puede llevarle a una egolatría y a un autoconcepto exorvitadamente exagerado, lejos de la realidad. Le hará quererse, le hará amarse, le hará depreciar al resto, le convertirá en un pequeño Ziggy sin autoconsciencia de lo que es. Pasará el resto de su vida haciendo el amor con su ego, odiando a los ignorantes y alejandose de dioses mediocres, olvidando que lo mejor de hacer el amor, es que no lo haces sólo.
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