Réplica



La prensa es amarillista y sensacionalista. Partiremos de ahí. Pero una cosa es eso y otra cosa es la hipocresía.
Os pondré al tanto:

El director de cine Lars Von Trier, participante en el Festival de Cannes con la película "Melancholia", que opta a la palma de oro. El danés de 55 años, en rueda de prensa, pronunció estas palabras: "La verdad es que entiendo a Hitler". El mundo colapsa, las poblaciones judías contienen el aliento y automáticamente Von Trier se convierte en enemígo público nº 1 (ahora que Osama está muerto).

Mi opinión es clara. Gilipolleces. Cualquier español de cualquier raza, género, edad, religión o condición puede ir tranquilamente caminando por las calles de su ciudad y ver carteles del partido político Frente Nacional. Estos carteles suelen ser en su mayoría homófobos, xenófobos y racistas. Ese o esa español o española pasará frente a los carteles sin inmutarse. Sin un leve cambio en su mirada, considerandolo como algo "normal" y legal. Estamos hablando de un partido político, con un plan de gobierno homófobo, xenófobo y racista, que este domingo puede resultar elegido en tu ciudad.
Un director de cine danés articula siete palabras, sacadas de contexto y sin una oportunidad de explicación; el mundo entero centra su mirada en él y con su dedo acusador lo sepultan bajo la losa de "nazi". Está claro que hablar de los judíos después del genocidio es hablar de un tema tabú. Pero también está claro que Israel lleva chupando como una víbora desde aquello. Y para los que no estén de acuerdo conmigo, por favor, que se enteren de la situación que hay desde hace décadas en Palestina. PA-LES-TI-NA. No Israel. Que a mucha gente aún no le ha quedado claro. Cuando Israel hace lo que quiere, Occidente mira a otro lado. Von Trier no ha dicho que odie a los judíos. No ha dicho que mataría a los judíos. O a los negros. O a los musulmanes. O a los que vayan en contra de él, como hizo Hitler. Ha dicho que "le entiende", cosa que habría que darle la oportunidad de matizar.

El señor Von Trier podrá pensar lo que quiera. Al igual que cada uno en su casa. Y al igual que en un mítin un político puede hacer comentarios despectivos hacia una persona o un colectivo de personas por su color de piel o su religión, puede opinar tras una pregunta en una rueda de prensa.

No estoy diciendo que comparta sus opiniones al 100%, pero tampoco me parece bien que se le considere, como he dicho antes, enemigo público nº 1. Este señor es uno de los mejores directores de cine del mundo, para mi gusto el mejor. Pero está claro que hoy en día se lapida a cualquiera con tal de que se hable de lo que interesa, en este caso el Festival de Cannes.
O quizá también sea una maniobra de publicidad para su película.

Esta es la traducción literal del momento en la rueda de prensa:
"¿Qué puedo decir? Entiendo a Hitler. Creo que hizo algunas cosas malas, sí absolutamente, pero puedo verle sentado en su búnker al final"
"Creo que entiendo al hombre. No es lo que llamarías un buen tipo, pero entiendo muchas cosas de él y simpatizo con él un poquito. No estoy a favor de la Segunda Guerra Mundial y no estoy en contra de los judíos"

Yo soy Diego Von Trier. En honor a él, aunque tenga mis propios apellidos. Y digo lo que pienso, al igual que lo hace Lars. Al igual que lo hacen miles de personas.

Y a pesar de que me puedan tachar de muchas cosas, como fan que soy solo puedo hacer un último comentario: Viva Lars Von Trier, viva su arte heterodoxo, su sinceridad y sus idas de pinza. Viva esa mente atormentada y curiosa, le pese a quien le pese. Viva Lars Von Trier.

Not Up To You



Nos pasamos la vida criticando al resto, destacando sus errores, obviando sus aciertos... Pero solo el tiempo da la experiencia, o la perspectiva, para ver que todo es subjetivo, porque nunca vemos las cosas tal como son. Si acaso, algunos privilegiados podrán atisbar el hecho objetivo, amasando subjetividades y desechando casi todos los datos que recibe; discerniendo la base real en el engaño, y sabiendo que pese a todo, su atisbo seguirá siendo subjetivo.
Y esa subjetividad está siempre condicionada por la dama de los prejuicios, bajo sus vestidos de primeras impresiones. Toda una puta que no hace sino entorpecer las relaciones y privarnos de la grata experiencia de ir descubriendo a las personas, sin preconcepciones de ningún tipo, por sorpresa. Pero no podemos, todo nos 'obliga', nos conduce a prejuzgar, a tomar por dogmas opiniones ajenas, basadas en cosas que no tienen por qué tener nada que ver con la realidad.
Y así vivimos escudándonos en criticas para afianzar nuestros prejuicios, subjetivando la subjetividad, dando validez a la mentira, incapaces de olvidarnos de la puta y sus vestidos y abrir la mente a nuevas mentiras subjetivas, pero que al menos se basarán en hechos y no en palabras que volaron...
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