Cruzó el corredor. Llegó a la habitación donde lo estaban esperando. Entró y tomó asiento sin mediar palabra. ¿Qué tal?-dijo una vez acomodado-¿Hace mucho que me esperan? No, tranquilo-contestó el más bajito- sólo un par de minutos. ¿Usted cómo lo lleva?-preguntó-. Muy bien, realmente estoy más tranquilo de lo que imaginaba-contestó él con voz temblorosa-. Estaba nervioso, su corazón bombeaba a gran velocidad una mezcla de duda, ansiedad y temor. Siempre había sido él quien tenía el control. ¡Toda la gente a la que había dirigido por un nuevo sendero… y ahora era él a quien dirigían! ¿Está preparado para emprender el viaje?-preguntó el otro-. Apenas asintió, tembloroso, comenzó a notar cómo 21 gramos de su cuerpo desaparecían mientras un frío líquido inundaba sus venas indicándole el camino.
Jackie