What If...

Pedro no pudo dejar de pensar en Gema y Bill, su soledad actual y la posibilidad de que Paula… Si no hubiera sido por Heraclio y sus acostumbradas paridas, probablemente hubiera sido una comida muy aburrida y excesivamente paranoica para él.
Por la tarde, durante la obligada siesta, Pedro volvió a acercarse a Paula sabiendo que Heraclio estaría bien tanto solo como acompañado. Paula era una chica cariñosa y eso desconcertaba a nuestro “galán” pues no sabía si todas las caricias eran como amigo o significaban algo más. Sabía que ella no se lanzaría, pero si él se lanzaba…no encontraba motivos para que nadie le rechazara, y menos aún ella; y sin embargo los había.
Entre risas y abundantes platos transcurrió la cena que precedió a la fiesta final y colofón del fin de semana. Bill y Gema a su aire, no muy lejos del resto. Heraclio consigo, con el resto y con nadie a la vez. Pedro sólo tenía ojos para Paula, mientras se debatía entre preguntas irresolubles y contestaciones arbitrarias. -¿Y si me lanzara? Total, hay confianza, soy un chico divertido, amable y sensible si me lo propongo- pensaba. Por otro lado no sabía si la atracción que sentía era algo de verdad o sólo “necesidad” física. Ella no dejaba de hacer comentarios que deberían haberlo frenado como cuando le comparó con su hermano o le habló de su inconveniente “amor platónico”; sin embargo, esto no hizo más que animarlo, pensando que quizás sólo lo hacía para captar su atención.
Jackie

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